El estrés es el segundo problema de salud relacionado con el trabajo más frecuentemente denunciado en Europa, y más de la mitad de los trabajadores considera que el estrés laboral es común en su lugar de trabajo. Las causas más comunes de este tipo de estrés son la reorganización del trabajo o la inseguridad laboral, las largas jornadas de trabajo o la excesiva carga de trabajo, y el acoso o la intimidación en el trabajo. Además, cuatro de cada diez trabajadores creen que el estrés no se aborda correctamente en sus lugares de trabajo.
Por otro lado, los resultados de una encuesta europea de gran escala sobre riesgos nuevos y emergentes, ocho de cada diez directivos europeos se muestran preocupados por el estrés laboral en sus lugares de trabajo y, sin embargo, menos del 30 % admiten que no aplican medidas suficientes para abordar los riesgos psicosociales.
Los riesgos psicosociales se producen cuando hay deficiencias en el diseño, la organización y la gestión del trabajo que pueden producir resultados psicológicos, físicos y sociales negativos, como el estrés laboral, el agotamiento o la depresión.
Además los trabajadores sometidos a periodos de estrés prolongados pueden desarrollar problemas graves de salud física, como enfermedades cardiovasculares o problemas musculoesqueléticos. Por consiguiente, se producen muchos efectos negativos para la empresa, que se traducen en un aumento del absentismo y también del presentismo (citado en otros posts) y también con unos mayores índices de accidentes y lesiones laborales.